Google+ Fuera el Comunismo: Protesta de los malandros

2 de julio de 2011

Protesta de los malandros

No me había referido al problema de las cárceles, obviamente hay que ampliarlas para encarcelar a más malandros por más tiempo sin que exista hacinamiento pero si una disciplina estricta porque las prisiones que albergan asesinos y ladrones deben ser  primordialmente sitios de castigo y no de vacaciones. Desde esta página no clamaremos por comodidades o respeto de los derechos humanos para aquellos que no respetan el principal derecho humano que es la vida
Llego a mi correo esta nota referente a la carta que una  madre ciudadana dirige la madre  de un delincuente que participaba en las recientes protestas.
DE  MADRE A MADRE:
Vi tu enérgica protesta delante de las  cámaras de TV, en la reciente manifestación en favor de la  reagrupación de presos y su transferencia a cárceles cercanas a  sus familiares, y con mejores prestaciones.
Vi cómo te  quejabas de la distancia que te separa de tu hijo, y de lo que  supone económicamente para ti, ir a visitarlo como consecuencia de  esa distancia.
Vi también toda la cobertura mediática  que dedicaron a dicha manifestación, así como el soporte que  tuviste de otras madres en la misma situación y de otras personas  que querían ser solidarias contigo, y que contabas con el apoyo de  algunas organizaciones y sindicatos populistas, comisiones  pastorales, órganos y entidades en defensa de los derechos  humanos, ONGs etc. etc.
Yo también soy madre y puedo  comprender tu protesta e indignación.
Enorme es la  distancia que me separa de mi hijo. Trabajando mucho y ganando  poco, idénticas son las dificultades y los gastos que tengo para  visitarlo. Con mucho sacrificio sólo puedo visitarlo los domingos,  porque trabajo incluso los sábados para el sustento y educación  del resto de la familia.
Felizmente, también cuento con el  apoyo de amigos, familia, etc.
Si aún no me reconoces, yo soy  la madre de aquel joven que se dirigía al trabajo, con cuyo  salario me ayudaba a criar y mandar a la escuela a sus hermanos  menores, y que fue asaltado y herido mortalmente a balazos  disparados por tu hijo.
En la próxima visita, cuando tú estés  abrazando y besando a tu hijo en la cárcel yo estaré visitando al  mío y depositándole unas flores en su tumba, en el cementerio. 
¡Ah! Se me olvidaba: ganando poco y sosteniendo la economía de  mi casa, a través de los impuestos que pago, tu hijo seguirá  durmiendo en un colchón y comiendo todos los días. O dicho de otro  modo: seguiré sosteniendo a tu hijo malhechor.
Ni a mi casa, ni  en el cementerio, vino nunca ningún representante de esas entidades (ONGs), que tan solidarias son contigo, para darme apoyo  ni dedicarme unas palabras de aliento.
¡Ni siquiera para  decirme cuáles son MIS DERECHOS!
¡Si estás de acuerdo con  esta carta, hazla circular!
Quizás entre todos, podamos  revertir estos valores que existen en nuestro país, donde los  delincuentes, ladrones, terroristas y corruptos tienen más  derechos que los ciudadanos honrados y trabajadores, que sólo  queremos vivir en paz.
¡Los Derechos Humanos son para los Humanos Derechos !